Cuantos amantes se habrán fundido en un abrazo más profundo que el más dulce abrazo que se hayan dado jamás?
Cuantas parejas que dormían dándose la espalda se habrán vuelto de frente y merced al temblor, se miraron a los ojos y se dijeron: Te amaré hasta la muerte?
Cuantos jóvenes noctámbulos se habrán detenido bajo la luz de un farol, para abrazar a su amada y cobijarla en un gesto lleno de ternura y contención?
En fin, cuantas almas se habrán juramentado para vivir a concho cada nuevo minuto que la vida les regale?
Mañana veremos rostros ojerosos, producto del temblor o, tal vez, producto de las dulces réplicas, que aprovechando el involuntario despertar se habrán procurado.
Estimado Hernán:
ResponderEliminarNOTABLE el texto... pero más notable sería enviárselo al SHOA y la ONEMI.
Un gran abrazo y mucho éxito.
Leonardo Ramírez
http://leoramirezm.blogspot.com