No es primera vez que nos toca avergonzarnos de las intervenciones de nuestros representantes respecto de hechos o situaciones de connotación mundial.
En el gobierno de Lagos, sucedió con la apresurada primera declaración sobre el golpe de Estado en Venezuela.
Hoy sucede respecto de la soberana y digna decisión del gobierno argentino de expropiar los yacimientos petrolíferos. Nada tardaron los testaferros de las transnacionales en alinearse con REPSOL y el gobierno español. Serán los intereses criollos en REPSOL lo que los impulsó a solidarizar con la transnacional o simplemente se trata del ya clásico servilismo ante las grandes potencias económicas?, aunque de potencia hoy a España solo le va quedando el nombre.
Lo peor es que ahora es el propio gobierno español el que le baja el perfil a la controversia, dejando a nuestros "representantes" en muy mal pie.
Me parece que ya es hora de que seamos más reflexivos y analíticos antes de hacer declaraciones que podrían afectar negativamente nuestra imagen y relaciones con nuestros vecinos.
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