Debo reconocer que de las dos coaliciones que hoy usufructuan del sistema binominal, la Concertación me resulta mucho más cercana que la Alianza.
Sin embargo, no soy concertacionista, ni estoy conforme con los sucesivos gobiernos que tuvo la Concertación durante 20 años.
Pero otra cosa muy distinta es observar la desfachatez de la derecha que hoy pretende juzgar a la ex presidenta Bachelet por las muertes ocurridas durante el terremoto y tsunami del 27 de febrero de 2010. Y no estamos hablando de un simple juicio político, sino de un real juicio ante la justicia.
Aunque resulte evidente, me explico respecto a mi propio juicio sobre esta situación:
Resulta que estos mismos señores nada dijeron durante los 17 años de dictadura en que se violaron sistemáticamente los Derechos Humanos en nuestro país, en que se mando a matar a personas por el solo hecho de pensar distinto. Por el contrario, defendieron tenazmente al principal responsable de tales muertes, a quien declarara arrogantemente que en Chile no se movía una hoja sin que el lo supiera, a quien se autoproclamó salvador de la patria y terminó siendo juzgado como un vulgar ladrón, un vulgar defraudador, que se enriqueció merced al control absoluto que tenía del Estado y de las instituciones que lo regulaban.
En cambio, sin dejar de estar de acuerdo con el hecho de que el espectáculo dado por la Concertación en su "manejo" de la situación durante las primeras horas post terremoto fue lamentable y penoso, considero impresentable que estos señores, tan permisivos con el ya fenecido dictador, traten de culpar, con carácter de criminales, a quienes nunca actuaron con dolo, sino simplemente errados por informaciones confusas y tardías de organismos técnicos que no supieron interpretar mensajes de expertos o que no tenían la suficiente preparación para analizar los hechos con mayor certidumbre, configurando un escenario en que, aunque hubieran estado en el gobierno los "campeones" de la eficiencia, los resultados habrían sido similares.
¿O acaso algún personero de la Concertación ordenó a algún oscuro personaje de alguna supuestamente vigente policía secreta, que provocase un terremoto, con tsunami incluido, para eliminar a ciudadanos que le estaban provocando alguna molestia política? Si alguien puede demostrar esto, entonces claro que sí, la concertación es culpable de aquellas muertes y se le debe juzgar por un crímen de lesa humanidad, tal como debieron ser juzgados varios integrantes de aquella nefasta época dictatorial, entre los cuales se encuentran, al menos por silencio cómplice, varios que hoy conforman el actual gobierno y se autoerigen como acusadores, dotados de una autoridad moral que perdieron hace mucho tiempo.
Hoy es muy fácil ufanarse de efectivos cuando, en conocimiento de una catastrofe reciente, se evacua a la gente sin ningún análisis previo, evitando todo riesgo inmediato, pero con el claro peligro de caer en el cuento de Pedrito y el lobo y que cuando sea realmente necesario, la credibilidad esté por el suelo, como ya le sucede a este gobierno en tantos otros aspectos.
Insisto, podrá decirse que los personeros de la concertación fueron ineficientes, imprecisos, confusos, pero en ningún caso, culpables de la muerte de quienes cayeron víctimas del tsunami, que por lo demás es un hecho de la naturaleza, incontrarestable, inesperado, y que por el caos que provoca, hace muy dífícil tomar decisiones acertadas y comunicarlas oportunamente.
A todos nos duele profundamente la muerte, pero ni siquiera podríamos asegurar que, de haber habido una información más certera y oportuna, esas vidas se hubieran salvado, por que no podemos garantizar que aquellas personas hubieran escuchado o no los instructivos o que, de haberlos escuchado, los hubieran acatado en su totalidad.
Todo este esfuerzo de la Alianza por que se juzgue a la ex presidenta, me suena más a estrategia comunicacional para bajar la popularidad de quien ven como un gran peligro para su continuidad en el gobierno, lo que por lo demás es bastante inmoral, porque se está utilizando el dolor de muchas familias para sacar dividendos políticos.
Ya es hora que seamos serios y trabajemos de verdad por un Chile mejor, más justo, más solidario, más equitativo.
Si de verdad nos importa tanto la vida de nuestros compatriotas, entonces hagamos algo por que todos tengan acceso a la salud y no se mueran tantos chilenos solo porque no tienen el dinero suficiente para pagar los onerosos precios que el "bendito" mercado dispone, ya que el sistema de salud del Estado es tan precario, gracias precisamente a la política de mercantilización de la Salud que estos mismos señores aliancista defienden con tanto encono.